A Primera

... Y el sueño se hizo realidad. La UD Almería es desde el pasado sábado nuevo equipo de Primera División. El conjunto rojiblanco tenía que ganar a la Ponferradina para ascender, 28 años después, a la máxima categoría del fútbol español. Los acontecimientos se fueron sucediendo. Todas las localidades se habían vendido en unas cuantas horas y el ambiente en el Mediterráneo era el de las grandes ocasiones. Comenzó el partido. El equipo leonés empezó marcando. El gol de Rubén Vega enmudeció al graderío y el miedo se apoderó de los más de 14.000 espectadores. No obstante, unos minutos después llegó la remontada almeriense. El primero de los tantos fue obra del capitán Ortiz. Ilusión. Poco después llegó el de Uche. Alegría. A partir de ése momento, y como si de una premonición se tratara, los espectadores comenzaron a celebrar por anticipado el ascenso. En la segunda mitad continuó la fiesta: el Almería controlaba el partido y la afición disfrutaba del espectáculo. El delirio llegó con el gol de Corona. Poco después el colegiado pitaba el final y el Mediterráneo estallaba de júbilo. El Almería estaba en Primera. La celebración comenzó en el mismo campo. Cientos de aficionados saltaron al césped y compartieron los primeros cánticos de la noche con los jugadores. Un rato después los protagonistas del ascenso se subieron a un autobús descapotable que les paseó por las calles de Almería. Decenas de miles de aficionados quisieron acompañar a sus nuevos héroes en una celebración que se prolongó hasta la mañana del domingo. Indudablemente, el del sábado fue un día que dificilmente podrá olvidarse en Almería y es que, para bueno o para malo, el fútbol tiene poder para ello... y para mucho más. FELICIDADES Almería. Sois de Primera.