Vaya, que le tenían manía

Elma, una alumna de primero de bachillerato disconforme con el suspenso de cuatro asignaturas y convencida de que fue injustamente evaluada por sus profesores, llevó su protesta hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que cuatro años después ha rechazado su reclamación. La alumna suspendió en el 2003 las asignaturas de filosofía, física, matemáticas y química en el instituto Miquel Biada de Mataró, donde cursaba primero de bachillerato por tercer año consecutivo. Según se ha conocido, de las siete pruebas de filosofía que hizo, Elma aprobó sólo una. Lo mismo ocurrió en los diez exámenes de física. En matemáticas la nota más alta que obtuvo en las 14 pruebas que hizo fue un 2,5 y, de los ocho exámenes de química, sólo superó uno. Vaya, que le tenían manía.

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